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La derecha empeñada en deslegitimar la Asamblea

15 de diciembre de 2007

La derecha está incomoda en la Asamblea Constituyente, no tiene el poder para manejarla a su antojo e intereses; sus partidos que hoy conforman la minoría, se sienten ladeados, molestos al ver que sus propuestas que, no tienen sino, la intención de boicotear el normal desenvolvimiento de la Asamblea, no cuajan y se desvanecen fácilmente, frente al deseo de la mayoría de asambleístas de llevar adelante con éxito la tarea a ellos encomendada.

Este sentimiento de incapacidad se refleja en las actuaciones de varios de sus representantes (medios de comunicación, voceros oficiales, analistas, vectores de opinión, etc.) han señalado que en Montecristi se vive una dictadura, donde no hay espacio para las propuestas de la minoría, según dicen, éstas no son tomadas en cuenta porque ahí solo se hace lo que el Presidente Rafael Correa ordena. La situación para la derecha, que aún no termina de asimilar el golpe dado por los pueblos del Ecuador en el proceso electoral, es cada vez más difícil, y por ello, han encaminado su accionar para intentar boicotear las reuniones y desprestigiar la Asamblea.

Varios hechos se han dado con este propósito, uno de ellos es la renuncia de Xavier Ledesma quien dimitió al señalar que el país “vive una dictadura” y que Alberto Acosta es un dictador.

Acto seguido y atendiendo el mismo libreto aparecieron en el escenario los asambleístas del PRIAN Álvaro Noboa y su esposa Anabella Azín; en forma irónica Noboa señaló que “ ahí se estaba conformando una trinca, peor que la que existía en el Congreso”, al lector debe causarle risa este señalamiento, pues, al hombre más rico del país se le olvidó que quien dirigía la trinca era precisamente él a través de su partido; no se puede olvidar las imágenes de Silka Sánchez que con celular en mano, en las sesiones del Congreso, ejecutaba sin titubear sus órdenes la corrupción y el amarre que condena Noboa estaba conformada por su partido, el PRIAN, el PSC, el PSP y dependiendo de la circunstancia, sí le convenía, el PRE. Cabe aquí recordar lo que el pueblo suele señalar “cada ladrón juzga por su condición”.

El discurso y las escenas de “valor” que Noboa y otros asambleístas de su tendencia desarrollan alrededor de la Asamblea no son sino muestras de su debilidad y desesperación, al ver que sus privilegios están en peligro. Noboa no podía sino hacer el show para continuar en el intento de deslegitimar a la Asamblea, por ello, llegó al interior del organismo vociferando y señalando que ha llegado para “quitarles el miedo”, en referencia a que supuestamente los asambleístas de la tendencia progresista y de izquierda no se atreven a dar su opinión por temor a ser “castigados”. Las escenas armadas por la derecha ya no son creíbles, el 80% de los ecuatorianos confía que la Asamblea puede ser un escenario propicio para gestar los cambios que se requieren. Está en manos de los asambleístas no traicionar estas aspiraciones.