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África

50 años del inicio del proceso anticolonialista

8 de noviembre de 2010

Luego de la Segunda Guerra Mundial, con la inspiración del socialismo en la URSS, y debido al robo descarado de los recursos naturales, los movimientos de independencia africanos lograron mayor organización. Entre 1952 y 1956 se independizaron: Egipto, Libia, Túnez y Marruecos; en 1954 se inicia la revolución argelina contra Francia; en 1957 se independiza Ghana y en 1958 lo hace Guinea.

En este año 2010 África recuerda los cincuenta años del inicio del proceso anticolonialista que culminó con éxito gracias a la lucha de sus pueblos, lo que obligó a que la ONU reconociera en 1960, como el Año de la Descolonización de África.

La conferencia de Berlín (15 de noviembre de 1884 y 26 de febrero de 1885) convocada por las potencias imperialistas (Francia e Inglaterra) definió sus zonas de influencia para repartirse África, lo que lejos de solucionar los conflictos los agravó provocando tensiones territoriales, políticas y económicas entre los imperialismos europeos, lo que culminaría con la Primera Guerra Mundial en 1914.

De esta manera la costa mediterránea quedó en maños de Francia y el Reino Unido; la oriental, entre los alemanes al sur y los británicos al norte; la occidental en poder de los belgas, franceses y británicos. Los españoles se tomaron el Sáhara Occidental, los italianos Somalia y los portugueses se extendieron hacia Angola, Cabo Verde y Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe y Mozambique; los alemanes se apoderaron de Namibia. Esto trajo nuevos conflictos por la posesión de zonas más estratégicas o más ricas, como en el caso de Túnez, Egipto y Marruecos, enfrentando a Italia con Francia, a Gran Bretaña y Francia (Incidente de Fachoda), y luego a Alemania contra británicos y franceses.

Desde los inicios del proceso colonizador, los pueblos del África opusieron dura resistencia a los colonizadores. Argelia, Sierra Leona, Sudán Occidental, Sudáfrica y Tanganica, entre otros, son ejemplo de esa resistencia. En medio de la tensa guerra fría, un total de 17 países, de los 54 del continente, alcanzaron su independencia entre 1954 y 1956, dejando atrás el ignominioso pasado colonial que se inició con la Conferencia de Berlín.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, con la inspiración del socialismo en la URSS, y debido al robo descarado de los recursos naturales, los movimientos de independencia africanos lograron mayor organización. Entre 1952 y 1956 se independizaron: Egipto, Libia, Túnez y Marruecos; en 1954 se inicia la revolución argelina contra Francia; en 1957 se independiza Ghana y en 1958 lo hace Guinea.

A partir de 1960 Congo Belga (República Democrática del Congo), Camerún, Togo, Malí, Senegal, Madagascar, Somalia, Dahomey (Benín), Níger, Alto Volta (Burkina Faso), Costa de Marfil, Chad, República Centroafricana, Congo-Brazzaville (República del Congo), Gabón, Nigeria y Mauritania logran su independencia.

La rebeldía de los movimientos de liberación determinó que algunas potencias cedieran a esta exigencia para de alguna manera mantener cierta influencia política y económica sobre los nuevos estados.

En aquellos países en los que no funcionó la negociación política, la solución fue la lucha armada de varios años como en Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau y Mozambique, que se independizaron entre 1974 y 1975.

La Conferencia de Bandung, celebrada en 1955, dio un gran impulso al proceso de descolonización, a pesar de la oposición que distintas potencias ejercieron, como los EEUU que, a pesar de no tener colonias en el continente, era contrario al movimiento anticolonialista.

Aunque existía la convicción sobre la necesidad de llevar a cabo una revolución social e impulsar la unión de todos los estados africanos, no todos los líderes llevaron a sus pueblos a identificar la salida con la toma del poder y la instauración del socialismo con la socialización de los medios de producción. La no existencia de un trabajo persistente, correcto y necesario para la creación de las vanguardias ideológico-políticas marxista leninistas ha impedido que este gran continente de invaluables riquezas naturales y humanas logre llegar efectivamente a la liberación definitiva de sus pueblos mediante revoluciones socialistas.