> Internacional

Movilizaciones en contra de la minería en Perú

10 de enero de 2012

Las últimas movilizaciones de los mineros y población del departamento de Cajamarca y varias provincias peruanas, en contra de la aplicación del proyecto minero Conga, de la transnacional peruana-estadounidense Yanacocha, que con una inversión de 4.800 millones de dólares pretende explotar el oro, causará efectos ambientales catastróficos. En la plaza principal de Cajamarca, la población inició los pasados días una serie de acciones de protesta.

El rechazo del pueblo peruano a la explotación minera de las transnacionales no es reciente y se origina en la privatización de la minería durante la dictadura fujimorista en 1991 que atrajo cuantiosas inversiones de más de cien transnacionales de Canadá, Australia, de Estados Unidos, México, Sudáfrica, China, Suiza, Reino Unido, Luxemburgo e Italia; de las cuales quedan actualmente más de 80 transnacionales exploradoras y más de 26 constructoras.

El último acontecimiento que motivó las movilizaciones fue la firma del proyecto, el pasado 27 de diciembre, entre el gobierno y algunos alcaldes con los representantes de la transnacional Yanacocha.

La explotación minera en el Perú significa salarios no mayores a quince dólares diarios para jornadas que fluctúan entre 8 y 16 horas; el abuso en las condiciones de vivienda y alimentación; violación al derecho de organización sindical; amenazas constantes y despidos como en las transnacionales mineras del sur peruano: Arcata, Ares, Pallancata y Selene del grupo Hochschild, la Bateas, Arirahua, de cuya minera fueron expulsados dirigentes que organizaban el sindicato minero entre el 2009 y 2010.

A lo anterior se suma el hecho de que la minera Yanacocha en Cajamarca contaminó las aguas del río Porcon, los canales Collatán y Quishuar con metales pesados, el derrame de 151 Kg. de mercurio en el centro poblado de Choro pampa que afectó en el año 2000, a más de 1200 personas, en su mayoría mujeres y niños. Las jornadas de lucha de estos días con movilizaciones y actos culturales tiene que ver precisamente con el rechazo de la explotación a los obreros mineros en la región de Cajamarca a 2720 msnm, situada en la estribación oriental de la Cordillera de los Andes y contra la contaminación medioambiental que generarían los proyectos mineros actuales y futuros, como el Conga que pretende reemplazar la destrucción de 4 lagunas, con 4 reservorios que matarían completamente a ecosistemas variados y sus servicios medioambientales.

A la explotación obrera se suma el carácter depredador de la minería que al extraer materia prima de la tierra y expulsar residuos a la biosfera como venenos produce la destrucción de la vida en el planeta, lo cual de ninguna manera justifica su aplicación en el Perú ni en ningún país del mundo. La infantil justificación de que el PIB crece con la explotación minera no es sino la cortina de humo que sirve para tapar el enriquecimiento de las transnacionales, un puñado de gobernantes, empresarios y burócratas contra los cuales se levantan los pueblos como en Cajamarca para dar una respuesta contundente a estas pretensiones.