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Minería no genera trabajo permanente

14 de abril de 2012

Uno de los argumentos para llevar adelante la minería a cielo abierto y a gran escala es que esta actividad conducirá al desarrollo y que será la base para alcanzar el buen vivir. Los pro- mineros entre ellos el Presidente de la República, Rafael Correa, acogiendo el discurso de las grandes trasnacionales y sobre todo, explotando a su favor una necesidad imperiosa de los ecuatorianos, señala que la gran minería generará grandes oportunidades económicas y plazas de trabajo permanente para la población.

Pero esta actividad crea, en las fases iníciales, un espejismo de bonanza económica para el país y las poblaciones en las que se desarrollan los proyectos, pero al paso del tiempo este espejismo se desvanece pues, el discurso se contrasta con la realidad. Los proyectos mineros a gran escala en su fase inicial demandan de un alto contingente de mano de obra local, porque en su primera etapa se requieren nuevas vías, viviendas para los mineros, se levantan pequeños negocios para atender las necesidades de la mina y de sus trabajadores, pero en la segunda etapa cuando la mina empieza el proceso de explotación, las trasnacionales se ocupan de cubrir todas las actividades económicas, reduciendo las oportunidades laborales.

En Argentina por ejemplo el proyecto Minera Alumbrera ofreció 10 mil empleos, en un inicio alcanzó 4 000 puestos, pero en la actualidad el último censo indica que hay 1800 plazas, 800 de estos son puestos permanentes en la planta y 1000 son contratistas que no pertenecen a las zonas de explotación.

Según cifras del Banco Central del Ecuador la actividad minera representa 2.982 empleos directos y 10.254 indirectos. Según el Plan Nacional de Desarrollo Minero se generará 10.000 nuevas plazas de trabajo. El proyecto Mirador propone crear1.200 empleos directos durante la fase de exploración y 586 empleos directos durante la fase de explotación, lo que significa que en la segunda etapa la oferta laboral se reducirá casi en un 50% de los anunciados, dejando claro que minería no es sinónimo de trabajo permanente.