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Los lujos de la revolución ciudadana

7 de diciembre de 2013

La revolución ciudadana compra dos aviones para satisfacer el ego del presidente de la república. El uno valorado en 28 millones de dólares adquirido bajo la modalidad emergente omitiendo los procesos que exige la ley de contratación pública y la otra reciente adquisición, un auténtico crucero del aire, valorado en 50 millones, la aeronave desborda en lujos y acabados, para garantizar el disfrute de un vuelo a 1.100 km/h y recorrer hasta 11 000 kilómetros sin paradas. Es un verdadero centro de negocios en los cielos, a la medida del administrador de Carondelet.

Durante el enlace ciudadano del 28 de septiembre del 2013, el presidente Rafael Correa aseguró que la adquisición del nuevo avión presidencial es necesaria para los viajes internacionales. Manifestó “necesitamos un avión con capacidad para atravesar el Atlántico. No tenemos estos momentos, pero es para la república. Eso lo está adquiriendo la FAE...”. La Presidencia de la República había solicitado (ordenado) a la Fuerza Aérea Ecuatoriana un estudio técnico para la adquisición del segundo avión presidencial. El objetivo según el mandatario “optimizará” su desplazamiento en las giras internacionales, en las que está acompañado por delegaciones de ministros, asesores, asambleístas, empresarios, seguridad y periodistas, es decir lo más graneado de la flor y nata de la nueva partidocracia a la que tanto decía combatir.

Para justificar esta inversión que en nada beneficia al pueblo ecuatoriano, porque cualquier viaje que realice al exterior, especialmente a los países como Alemania, Rusia, China, en los cuales busca inversionistas, su objetivo es la entrega de los recursos naturales a cambio de fuertes cantidades de dólares que aumentan la ya abultada deuda externa.

Rafael Correa con ello pretende aumentar el número de “invitados”, ya que necesita según lo ha manifestado otro avión con capacidad para 120 o 130 pasajeros. Para ello compromete a TAME en esta adquisición y naturalmente cuando necesite transportar a una misión grande para ir a los países inversionistas a rendir cuentas, con una simple orden dispondrá del avión.

La máxima autoridad nacional recalcó que “La República (léase revolución ciudadana), en el siglo XXI, necesita aviones, helicópteros".