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Leyes aprobadas favorecen a sector empresarial

3 de junio de 2015

La tarea legislativa en este período ha favorecido principalmente a los ectores empresariales. No se trata sólo del número de cuerpos legales aprobados o de los proyectos debatidos, sino de que éstos no han sido de iniciativa de sus asambleístas; la mayoría han provenido del Ejecutivo, que optó por la imposición en el tratamiento de la normativa que le interesaba y convenía aprobar, para sostener el proyecto político de la ‘revolución ciudadana’.

Pero lo más grave, en nuestro modo de ver, está en el contenido de esos cuerpos legales, a los que la Asamblea Nacional se allanó y aceptó, ‘sumisa’ y vergonzosamente. En otras palabras, la Asamblea Nacional actuó sometida a la decisión gubernamental sin que de por medio haya el menor resquicio de debate; en esas condiciones no se puede siquiera pensar en que las propuestas de la oposición o de iniciativa popular sean acogidas.

Por citar un ejemplo, la Asamblea de mayoría gobiernista aprobó la Ley Orgánica para el Fortalecimiento y Optimización del Sector Societario y Bursátil, que reforma la Ley de Mercado de Valores, y otras diez leyes más, todo con el fin, de acuerdo con los asambleístas de Alianza País, de asegurar una adecuada distribución de la riqueza nacional en ‘mercados transparentes’ y eficientes, y claro está, agilizar los trámites que realizan ‘las personas’ –jurídicas o empresas, en la administración pública; los vocingleros de la revolución ciudadana, otorgan a los empresarios y grandes inversionistas beneficios tributarios durante cinco ejercicios fiscales anuales. También fueron creadas,mediante ley, las universidades de experimentación publicitadas por el Gobierno como uno de los logros emblemáticos mediante las cuales supuestamente ha cambiado la educación superior, pero que en realidad dotará de profesionales calificados a la empresa privada, así como de proyectos de investigación, en tanto que decenas de miles de jóvenes bachilleres de los sectores populares se han quedado fuera del sistema universitario. Pero el actuar a espaldas del pueblo por los asambleístas se refleja en el tratamiento de las ‘enmiendas’ que encubren la reelección indefinida que reforma la Constitución, y que le pone al Gobierno en una ‘cuesta arriba’ por la intención del 82% de la población de decidir ese tema en las urnas; el pueblo se da cuenta del uso que los representantes del oficialismo en la Función Legislativa hacen de la Constitución de la República cuando impulsan un orden jurídico e instituciones políticas que promueven, fomentan y defienden la agenda correísta. Podríamos seguir mencionando el ‘profuso trabajo legislativo’ que se refleja en leyes que tienen como eje transversal el beneficio para los mismos privilegia dos de siempre y que, por el contrario, el discurso de la ‘revolución del trabajo’ se queda en eso, en un vacío y burlón pronunciamiento que discrimina y margina a los trabajadores y pobres del país.